lunes, 25 de noviembre de 2013

Hombrera / La mejor amiga del hombre?

Escudo, espada y guanteletes listos, me venía de lujo algo de armadura.
El yelmo lo haria despues, de metal.
Una buena opción de baja complejidad y atractivo resultado me pareció una hombrera. Sólo una, sí.

Sabía que el cuero hervido era el que mejores resultados daba, pero la reducción que sufre me obligaría a usar una pieza muy grande, y no quería. Así que la endurecí con cera, aprovechando de probarla en piezas más grandes.  

Y bueno, sin más preámbulo, vamos allá.

Simple como eso
 

Lo primero fueron las medidas y los patrones. Lo haría de 3 placas, articuladas individualmente.

Tomé una pequeña referencia de éste excelente libro de armería, página 21 (extraído de la ilustre web de Arador), sobre el ensamblado y remachado de las placas, mediante tiras de cuero internas.











Como sabemos la cera (sintética, virgen, de abeja, de vela... similares resultados) se derrite a baño maría. Recomiendo encarecidamente cubrir la cocina con papel de aluminio para protegerla de las inevitables gotas de cera.





El tratamiento con cera tuve que hacerlo con brocha. No podía sumergir la pieza en el tarrito.
Pinté bien por ambos lados, incluidos los cantos.

 Pero esto no se acaba ahí! Es necesario meterlos al horno para que la cera penetre y se integre bien al tejido del cuero.





Se ven zonas aún húmedas por el exceso de cera.
Cuando el cuero dice "no más", es "no más" xD




Los amarre a un molde de madera con la curvatura deseada aproximadamente con un cordon grueso (para evitar dejar marcas) y los meti al horno, previamente protegido con papel de aluminio.

En cosa de minutos la cera se derretía y se integraba al tejido del cuero, tomando el color oscuro y opaco característico. Muy bonito.
Cuando la placa adquiere un color café oscuro uniforme, está bien  encerada; si tiene zonas de color café más claro, quiere decir que le falta un poco de cera en esas partes. Si la pieza está aún caliente, puede absorber la cera líquida de inmediato, sino hará falta meterla al horno de nuevo.

Si vemos dentro del horno que en la superficie de la pieza hay cera hirviendo y burbujeando, significa que el cuero no puede absorber más y debe ser retirado del calor para no dañar el material.

Cuando están calientes, es posible moldearlas de la forma que deseemos, amarrándolas a un molde o bien con nuestras manos (usar guantes de cocina). A medida que enfrían, van oscureciendo aún más y perdiendo flexibilidad, hasta el punto de dejar marcas como grietas de color claro al intentar doblarlas: estas marcas reducen la dureza final, pero es posible añadir más cera y hornearlas otra vez para recuperar la dureza.

Resultado: 3 placas de suela con cera recién horneadas, aún moldeables.

(Entra mi hermana a la cocina...
-¿Galletas?
-No, cuero
-Ah...
Sale mi hermana de la cocina)


 

Prueba de dureza una vez secas...
Combo de 6 libras:
Apenas se curva. Good ;)






Sin embargo, la pieza más grande tenía más flexibilidad de la que me habría gustado, por eso le añadí encima una placa de menor tamaño. A ésta le quise repujar un diseño para ver si lo mantenía después de encerado. Del proceso del repujado (grabado en cuero) no tengo imágenes, pero básicamente consiste en humedecer el cuero de forma homogénea y "dibujar" haciendo presión con un objeto de punta roma (yo uso un crochet, un lapiz bien puede servir)









Antes de remacharlas, reforcé los cantos con cuero delgado (cabro, 1mm... el cuero de cabro macho suele ser más grueso que el de cabritilla)

Perforé todo el borde de la placa con un sacabocados estrella


 
Preparé tiras de cuero de cabro y las oscurecí con cloro (fácil, rápido y económico ;D)

Doblé el borde de las tiras que se iba a ver hacia adentro, de manera que se viera un acabado más suave y no se notara el corte del cuero.

Perforé el cuero de cabro con lezna y comencé a coser, atravesando todo.




Como usé 3 tiras, traslapé los finales de cada una.

Suavicé las curvas para evitar generar arrugas.









Obtuve entonces esta placa.
Bonita la condenada...







La placa de refuerzo, repujada, quedó así.
Olvidé que estaba en el horno mientras cosía... se achurrascó un poco. :P








Juntas se verían así.

Nada mal...
Hasta le da un toque particularmente aguerrido el achurrascado... quizás las demás debí hacerlas así...








Lo remaché y empecé a construir el "arnés" que amortiguaría desde el interior. No quería que la placa estuviera en contacto con el cuerpo, no absorbería mucho del impacto.

Bastó una tira gruesa remachada por el interior, tensada con la curvatura natural de la placa. Asi, el hombro se apoyaba cómodamente en la tira de cuero y no en la placa misma.

Con eso, sólo eso, estaba lista la primera placa.



(En un momento pensé en amortiguar con pequeñas almohadillas rellenas con lana... pero no lo hice, era innecesario.)










La siguiente placa, de menor tamaño la hice así:
Añadí una pieza de suela sin cera en la parte interior para compensar el espacio vacío que dejaba la curva... ¡Lo verán unas fotos más adelante!

Y... las dos tiras con tres orificios que vimos al principio (antes de encerar las piezas) las remache recién ahora, usando el orificio del medio. El izquierdo daría a la primera placa (la grande) y el de la derecha a la otra pequeña.

 Sigamos...





¡Que no cunda el pánico!

Sólo monté  la segunda placa (pequeña) sobre la primera (grande), presentando la correa que las uniría.
La correa que tiene los ocho orificios vertical, es la tira en que se apoya el hombro. La correa horizontal es de la segunda placa.

Las remaché y corté los extremos que sobresalían de la correa horizontal.

No era nada terriblemente complicado, ¿verdad?









Ya unidas las dos placas, vino el momento de probar su movilidad.

¡Ahora entenderán por qué añadí ese pedazo de suela sin cera!




Cuando la primera placa (hombro) está relajada se ubica horizontalmente, pero la segunda placa (bíceps) cae vertical y apunta hacia abajo, abriendo un enorme espacio entre ambas. La pieza de cuero sin cera es para reducir ese punto muerto.
Movilidad: excelente.  Pretty good ;)






La tercera placa fue muy similar a la segunda, también añadí una pieza sin cera, pero además una correa pequeña.





Sucede que ésta placa llegaría hasta el codo, terminando de cubrir el bíceps, y me pareció conveniente sujetarla al brazo para que no bailara al moverlo. Muy acertado.

Así, remache de una vez correa, pieza sin cera y placa.








Y obtuve ésto. 3 placas listas perfectamente articuladas.

Ahora... cómo me lo pongo?

¡Correas, correas y más correas!

Con una huincha de costura (como la que se ve en la foto) medí desde el hombro derecho, cruzando por la costilla izquierda hasta llegar al hombro de nuevo...  algo más de 60cm.

¡Pero! para ahorrar material, prefería no cortar una sola correa de 60, sino varios tramos cortos que en suma dieran el diametro necesario. Al cortar, excedí 4cm a cada borde (8cm más a cada parte) para considerar la vuelta y remachada necesaria para fijar.




¡Fijaos bien! Sale hacia la izquierda una correa muy corta que lleva la hebilla en su extremo. Sale hacia el lado derecho otra más larga que termina en una argolla. Ésta correa llega hasta la mitad de mi espalda, y de esa argolla nace la siguiente correa. Nótese que cada extremo se dobla sobre sí mismo y se remacha... para eso los 4cm extras.


Así se ve del otro lado. La hebilla (correa corta de abajo) indica el frente)








La última fue un poco más larga. Esta sería la que  tendría los orificios para ajustar la hebilla.

Quise además repujarle una trenza en la punta, y la oscurecí con cloro y un pincel.

 
Nace de la argolla y llega a la hebilla. Suelo usarla con ese nudo característico de todo cinturón medieval, que deja caer muy elegantemente un extremo.

Y con esto terminamos.
¡Vaya! Fue más corto de lo que pensaba...


Por último, ponerme todo lo que he hecho hasta ahora y correr al parque a sacar un par de fotos xD






Se me cae un poquito hacia adelante, pero me la ajusto discretamente y pasa desapercibido.
Y lo más importante, ¡funciona! la usé durante un entrenamiento con espadas y amortigua bien, a la par de no obstruir el movimiento. Para nada.  Sólo al levantar el brazo para poner el codo tras la nuca, se entierra en el cuello... pero no suelo poner el codo tras la nuca en combate... creo.

No voy a hacer una izquierda, porque el escudo cubre todo ese lado.
En la foto sale el guantelete derecho (que uso mucho) y un brazal izquierdo decorativo con piel de liebre (que uso mucho también)... voy a subir pronto el proceso de ese. Y de la túnica también...

Como siempre, cualquier consulta o comentario será recibido con los brazos abiertos y haré lo posible por dar más detalles, if requested.

Cambio y fuera.

martes, 12 de noviembre de 2013

Escudo Vikingo 2 - El escudo blanco

 
Habíamos quedado en el umbo terminado y la rodela cortada.
El entelado fue lo siguiente.

Si bien es cierto que históricamente no se reforzaban los escudos con cola fría y tela de lienzo  sino con cuero, es una opción aceptada y bastante realista hacerlo de esta manera. No disponía de un pellejo de cuero crudo para curtir de casi un metro cuadrado.

Lo recomendado es usar tela de lienzo (llamada Creda por quienes fabrican lienzos; también se usa una llamada Osnaburgo o la Arpillera cruda de hilado fino), algunos combinan algunas capas de tela gruesa y la rematan con tela fina... o al revés.  No lo entendí muy bien.
Yo usé 3 capas de tela, la primera fue una arpillera fina que me había sobrado de una túnica (nota: la arpillera es muy gruesa para hacer ropa cómoda) y las dos últimas de una cortina que parecía sábana.
¡Las sábanas viejas suelen redimirse formando parte de un escudo nuevo!

¡Que no! No es una mesa, es mi escudo.
 Es aconsejable cortar todos  los círculos de tela primero, dejando unos 6 cm de caída desde el borde, para que pueda plegarse y pegarse por el reverso. Yo añadí una capa adicional para el reverso... algo me decía que serviría para amortiguar un poco.



Con los círculos de tela cortados, procedimos a cubrir la madera con cola fría. Usé cola de carpintero... digo, usé MUCHA cola de carpintero. Tuve que comprar dos bolsas de un kilo para terminarlo.

La apliqué con brocha, con un poco de agua para poder esparcirla mejor (¡poco! la cola diluída pierde resistencia)

Una abundante capa de cola, una capa de tela...
Mi tela gruesa estaba arrugada (uno no suele preocuparse de los excedentes de materiales)... y las arrugas crean globitos... y los globitos se ven mal. Házte un favor a tí y a tu escudo y plancha las telas antes xD

Pegué los bordes al reverso con abundante cola, uno a uno. Creo que pegarlos todos a la vez costaría más.

El agujero del centro se corta al final. No es necesario cubrirlo con cola en esta etapa

Cuando estén listas las capas de tela (cuantas quieras ponerle... bien vale una sola también), repasar los bordes por el reverso y dejarlo secar.







Ya seco, corté el centro y dejé pestañas que doblaran hacia adentro para no dejar madera descubierta, y empecé a trabajar por el reverso.

 La cola seca rápido al sol, pero los bordes estaban aún frescos; aproveché de apretarlos bien para eliminar burbujas y añadí un poco más de cola. De ahí no se movieron más.
 Apliqué cola al borde del círculo central para pegar ahí las pestañas. Cola para la tela también. ¡Cola para todos!
 Las pestañas las fui pegando una a una con abundante pegamento. De otra manera se levantaban... resultaron ser muy conflictivas...
 Pero la batalla terminó con la aplicación de grapas. Un tiro y se acabó la resistencia.
 Como mencioné antes, apliqué una capa de tela encolada también por la cara interior, sellando los pliegues de los bordes y de las pestañas. No me quedaba suficiente, así que utilicé retazos de lo que me sobraba... ¡Y ni se nota!

El borde interior del círculo es el lugar donde estará la mano, de ahí la importancia de amortiguar bien esa zona.

Cuando terminamos de entelar, se deja secar al sol idealmente un día entero. A sombra secará igual, pero más lento.

Luego de eso se pinta.
La verdad es que me gustó el color de la tela cruda (no era un blanco radiante), por lo que lo dejé así. Sólo le pinté un entrenzado de tres cabos, pero eso fue al final.







Seco y duro todo el entelado, terminé también el asa que iría por detrás.
Siguiendo las referencias antes mencionadas le añadí un asa de metal que surcaba todo el diámetro del escudo, con intención de que sirviera de refuerzo. La otra opción era hacerla de madera... pero pensé "¡pamplinas! de madera no durará; lo hare de metal"



Se veía bien. El problema era el peso... no tuve como pesarlo exactamente, pero era exageradamente pesado... ¡Y quería añadirle una cruceta de refuerzos por delante!
A los dos días de secado, empezaron a aparecer los globitos...
¡Malditas burbujas que estropean mi escudo!

Pensar en reforzar los cantos con metal era una locura también. El refuerzo de metal está  bien cuando el escudo está hecho de tablas, porque lo necesita. Si es de una sola plancha de madera, puede prescindir de ellos.

En general el combate con armas de hierro (esgrima histórica) como espadas, hachas o lanzas, suelen tener rigurosas reglas de seguridad, entre ellas el uso de armas sin filo. ¡No vas a matar a nadie! ¿vale?, por tanto el escudo no va a tener que preocuparse por un hacha danesa cortadora de cabezas.
Los refuerzos quedarán fuera.
Y el asa de metal también... conseguí un listón de 3x1 pulgadas de pino cepillado y le hice un rebaje en el centro para que se empuñara más cómodamente. Quedó así:







En este punto (algo así como el quinto día de "trabajo") conseguí los necesarios pernos con cabeza redonda. Eran un poco más gruesos por lo que debí agrandar los agujeros. 8mm.
También tuve que lijarlos para sacarles la pintura negra y unos números que traía en la cabeza.


El único problema que sigo teniendo es que las tuercas sobresalen demasiado. El interior del escudo tiene seis protuberancias que molestan la muñeca al embrazarlo... las cubrí con cuero para que no hirieran, pero molestan un montón. Si puedes usar tuercas pequeñas o pernos delgados, mejor.

----Actualización Diciembre 2013----
 Definitivamente eran muy molestas y peligrosas las tuercas sobresalientes. Lo que hice fue quitar las golillas  y avellanar la base de las tuercas. Avellanar implica hacer un rebaje en el exterior del orificio en la madera por la que pasa el perno, de manera que la tuerca pueda calzar y entrar más profundo en la madera, dejando menos de sí que sobresalga y moleste al manipular.

--------Fin Actualización -------------
 

  Con el umbo y el mango en su sitio, pinté finalmente la trenza triple que quería para mi escudo. No entraré en detalle de las horas y horas de dibujo y pintado del diseño.
Se recomienda pintura acrílica o en spray para pintar el escudo. Yo usé pintura para telas que tenía hace tiempo, resiste al agua y forma una película engomada bastante resistente. Espero que resista los cortes con espadas y hachas...







 La última fase fue reforzar los cantos con cuero crudo.
En una entrada anterior relaté mis experiencias con el cuero recién sacado del animal, con pelo y todo. Bastó cortar en tiras los pellejos para tener el último material.

Las tiras (irregulares, por cierto) las corté de un ancho que me permitiera doblarlas sobre los cantos y clavarlas a ambos lados del escudo (cara interna y externa). Presentándolas una vez cortadas para calcular la cantidad necesaria, conté 8 para la circunferencia completa. Tenían unos 5 o 6 cm de ancho.



 El cuero crudo es trabajable únicamente después de remojado, de preferencia húmedo (no estilando obviamente), pues cuando está seco endurece drásticamente.

Fui doblando cada tira en el canto del escudo y clavándola a ambos lados, a tramos regulares para que los clavos no desentonaran tanto. Usé puntas (clavos con cabeza muy pequeña) de un largo justo para que no atravesaran hacia el otro lado.







 Clavé primero el inicio y el final en ambos lados, y luego fui añadiendo más clavos donde se levantase el cuero, siempre tensándolo lo más posible.
 En las uniones preferí dejarlas muy juntas pero no traslaparlas una sobre la otra... pensé que se vería mejor así. Pequeño error.

Una vez seco, el cuero encoje y se pliega sobre sí mismo. Cualquier punta suelta se encorvará, y las junturas se separarán. Las uniones de mis tiras se separan ahora por medio centímetro.


 Y continué así hasta completarlo.
¡No dejes que el cuero seque antes de clavarlo! Perderá elasticidad y dificultará el manejo enormemente.
  Así cubrí finalmente las tuercas por el interior. Me quedó una sin cubrir porque se me acabó el cuero xD
Estas tuercas molestan tanto para embrazarlo normalmente como para llevarlo colgado a la espalda...







Y bueno, eso es todo
Lo siguiente fue cargar orgullosamente mi nuevo escudo al parque y sacarle unas buenas fotos



Absolute epicness 
>:)