miércoles, 16 de octubre de 2013

Guanteletes de cuero 2 - Bases

Habíamos quedado en el guante terminado con las correas cosidas, y hasta el momento nada de cuero duro. Ahora viene lo bueno.

Como mencioné antes,  mi diseño incluye bases de cuero intermedio que sostienen las placas  mas duras. Éstas las hice con cuero de cerdo que es duro sin llegar a ser rígido. Por efectos de asegurar la protección y funcionalidad, lo quise endurecer un poco aplicándole cola fría.

El cuero encolado es un método poco recomendado en asuntos de armería, ¿razón? anacronismo. Hay quienes (muchos quienes a decir verdad) realizan el oficio de recreación histórica basados en materiales, técnicas y herramientas del siglo en el cual se trabaja. Una labor loable... pero que no es la mía. No por ahora.
A mí me funcionó bien, es sencillo, barato y sin riesgos. Antes de aplicar nada, asegúrate de hacer todas las perforaciones y recortes a la pieza porque será difícil una vez dura. Usar de preferencia cola de carpintero, recomiendo diluir un poco para facilitar la aplicación. Se dan varias manos a pincel o brocha pequeña por la cara interior (¡la peludilla!), esperando que seque. Endurece progresivamente y si se deja al sol seca en minutos.
Yo les apliqué unas 7 capas a cada pieza, pero al final las utilicé al revés, dejando la cara encolada hacia afuera: el color que adquirieron me tentó. Además de ser hidrofóbicas y tener un acabado brillante muy poco histórico, no le veo problemas.

Existe un producto de zapatería llamado Atiesador de cuero de la famosa marca Puntycon, que se ocupa para endurecer las puntas y los talones de los zapatos. Se aplica igual que la cola, por el interior. La diferencia es que éste seca casi instantáneamente... además de ser peligrosamente tóxico y volátil. Para un atiesado aún más robusto, me han dicho, se cubre el  interior con un trozo de tela bien embetunada con el producto; el grosor de la tela lo puede hacer más duro (como la mezclilla o jean).

Lo probé una vez sobre suela pero no obtuve buen resultado. No he probado con la tela. Pero de la cola sí que puedo decir que funciona.

Existen más formas de endurecer cuero, como cubrirlo con cera o hervirlo (couirbouilli) ambos procesos los describiré más adelante.

Cuento corto!
El cuero de cerdo encolado adquiere ese tono tostado. Originalmente era rosado jamón.
Dos bases para el dorso de la mano (incluyendo pulgar) cosidas y remachadas (por comodidad)
¿Podéis imaginaros cuan difícil resultó coser esas dos bases, manipulando una aguja larga sin verla, dentro del estrecho interior de la mano? No se lo recomiendo a nadie. Lo hice porque se veía bonito. Para los próximos simplemente remacharé o coseré la base antes de añadir la manga.

Horas de diseño invertidas en esto

 Preparé las bases del brazo como una sola  pieza, cosiéndolas juntas. Las curvaturas y tamaños distintos responden a un diseño ergonómico que no impide el movimiento y estimula la circulación.

Detalle de costura en cruz. Por el gusto de hacer las cosas difíciles
Listas las bases, queda sólo instalarlas en el guante y cruzarle las correas. Veamos.

Para fijarlas al guante las cosí por todo el contorno, menos los extremos verticales de izquierda y derecha de la foto; perforé las bases, presenté al guante y marqué cada orificio con punzón atravesándolos. Sip, un lío muy tedioso.

Para las correas, sacabocados.


Fue cosa de marcar la última costura de las correas, hacer una ranura con el sacabocados, cruzar los dedos y pasar la correa. La correa que ya tenía considerada la distancia de ajuste necesaria, ¿cierto?
Ahora, las hebillas! Yahu!


 1) Presentas la hebilla, doblas la correa pasándola por el pasador y marcas el espacio que hay que dejar para el gancho. Perforas. Yo quise dejarla apretada, por lo que la perforación es justa (2,5cm)
 2) Compruebas. La correa la dejé doblada hacia dentro como suele hacerse.

 3) Lo mismo xD La imagen habla por sí sola.








Uy! que buena remachada!

4) Remaches. Puede ser solo uno, yo quise 2. Después me arrepentí.
Como mencioné en el post anterior, los remaches para cuero tienen 2 partes, pie y cabeza. Para ponerlos se perfora, se presentan y se golpean sobre una superficie dura (un yunque o un trozo de metal)
Se dan golpes suaves, no uno "fuerte y certero". Eso pensaba yo, ya ven el resultado. La cabeza del remache es delicada, procura no pegarle con el borde del martillo, se marca.

El pie del remache debe quedar completamente hundido, sobre todo si va en contacto con la piel... puede ser incómodo y hasta peligroso.

También se puede coser.

¡Y al final obtenemos algo como esto!

No recordaba que fue tan... limpio

Añadí a las hebillas un pequeño sujetador para la punta de la correa. No me gustaba que quedaran colgando
Detalle del puño. Innecesariamente cosido a mano

Y así termina el guante izquierdo. ¿No que tenía placas? No, sólo el derecho. Éste lleva el escudo, debe ser cómodo.

Detalles importantes, creo yo:
-Diseñar con cuidado, mejor que sobre un poco y recortar después. ¡Guarda los patrones de todo!
-Planificar y probar las articulaciones antes de fijar.
-Hundir bien los pies de los remaches si van a ir por dentro del guante, en contacto con la piel. Puede convenir usar remaches de cabeza doble, pues el pie también lleva cabeza lisa.
-Considerar el ancho de las correas para comprar las hebillas
-Considerar el ajuste deseado para las correas.


Placas, cuero hervido, endurecido con cera, teñido y remaches largos en la próxima entrada.

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